27/07/2025
🦋El abandono materno y la promesa de Dios🤍
El abandono de una madre deja una herida invisible… pero el alma sí la siente.
Cuando una niña es dejada atrás en cuerpo o en corazón no solo pierde protección. Pierde dirección. Porque mamá es el primer rostro del amor, el primer lenguaje del afecto, la primera mano que debería haberla sostenido. Y cuando ese lazo se quiebra, la niña no entiende el porqué… pero lo guarda como una falta suya.
“¿Qué hice mal?”
“¿Por qué no fui suficiente?”
“¿Cómo puedo amarme si quien debía enseñarme a amarme se fue?”
Pero ninguna niña nace para cargar con la falta de otra. Esa ausencia no fue culpa suya. Fue una herida que provino de otra herida. Una cadena que muchas veces viene de generaciones sin sanar.
Y sin embargo… Dios vio ese momento. Vio tus lágrimas silenciosas, tus noches de soledad, tu esfuerzo por ser “fuerte” demasiado pronto. Él no te juzgó por tus vacíos, ni por tus miedos. Te abrazó desde el espíritu, aunque tú aún no podías sentirlo.
Porque Él, a diferencia de los vínculos humanos, no abandona. Su amor es eterno, es presencia constante, es bálsamo para cada alma herida.
La niña que fuiste aprendió a cuidar, a servir, a proteger… muchas veces sin haber sido cuidada. Pero hoy, desde tu alma adulta, puedes regresar a ella. Puedes ser la madre que necesitaste. Puedes hablarle con ternura, puedes consolarla, puedes decirle: “Ya no estás sola, mi amor… ahora te veo, te abrazo y te elijo.”
Y en esa elección, comienza el milagro.
Porque el abandono no es el final de la historia.
Es el inicio de un camino de regreso a Dios y a ti misma.
A través del perdón, la aceptación y el amor propio, esa herida puede transformarse en fuente de compasión. Y cuando la niña interior escucha tu voz y siente tu cuidado, comienza a sanar. No porque el pasado cambie, sino porque la presencia de Dios lo ilumina con sentido y propósito.
Hoy, tu historia puede tener un nuevo capítulo.
Uno donde ya no camines desde la carencia, sino desde la plenitud de saberte amada por Aquel que nunca se fue.