17/10/2025
Un niño agredido se convertirá en un adulto agresor, un niño violentado se volverá un adulto violento. Esto es cierto en gran parte. Un niño que ha sido tratado con violencia se puede convertir en un padre irritable, menos cariñoso o más agresivo. Un niño que ha sido tratado con violencia puede convertirse en un adulto que trate con violencia a su esposa o a sus hijos.Esto puede ser diferente cuando el individuo decide ser diferente al llegar a la adolescencia y juventud (esto es resiliencia). Cuando la persona deja su egocentrismo y observa a otras unidades familiares saludables y al compararse, pues comprende que el estilo de crianza en el que creció no fue el mejor, y decide cambiar. Esto es, se expone a los sistemas familiares saludables para aprender cómo funcionan y asumir nuevos modelos que le sirvan para poner en práctica el día que sea padre o madre de familia.
“Cada familia es un grupo de personas relacionadas con un parentesco, que son lideradas por los padres. La primera consideración de los padres debiera ser trabajar por el bienestar espiritual, emocional, cognitivo, afectivo, físico educativo,etc. de sus hijos. Cuando el padre y la madre, toman su posición, se ejercerá en el hogar una buena influencia. Y esta influencia tendrá sus resultados a futuro. Nadie puede llevar a la vida una influencia que no ejerce en su vida familiar ni en sus relaciones sociales ”. Es muy importante que las familias asuman su liderazgo como formadoras de nuevas familias. La influencia de la familia se ejerce no solo sobre los hijos, sino también sobre los jóvenes con los que se relacionan.
La violencia contra los niños puede comprender actos de comisión o abuso y actos de omisión o abandono. Estos pueden ser físicos o psicológicos. Los actos de abuso físico pueden tener como consecuencias fracturas, equimosis y quemaduras, etc. y los actos de abuso psicológico pueden ser el aterrorizar, reprimir, comparar o insultar. Los actos de omisión físicos son no brindar adecuada atención médica, vestimenta, escolaridad, alimentación, seguridad, y los actos de omisión psicológica son el no brindar amor, apoyo, reconocimiento y estimulo.
Todo esto es violencia. Un niño puede haber sido abusado física o psicológicamente y esto tendrá consecuencias a largo plazo, esto es, cuando sea adulto, si no toma la decisión de vigilar sus propensiones y pensamientos, volverá a reproducir de manera inconsciente con sus hijos lo que hicieron sus padres con él, porque fueron los únicos modelos que tuvo, y echará mano de esos modelos a la hora de llegar a una situación similar a la que fue expuesto, pero, desde una posición de poder: esposo o padre.
Si los pensamientos son equivocados, los sentimientos también lo serán. Los pensamientos combinados con los sentimientos constituyen el carácter moral. Cuando Uds. llegan a la conclusión de que, no se les requiere que controlen sus pensamientos y sentimientos, caen bajo la influencia de malos pensamientos y su dominio de estos. Si ceden a sus impresiones y permiten que sus pensamientos transcurran por los canales de la sospecha, la duda y los lamentos, se encontrarán entre los más infelices, y sus vidas serán un fracaso”.
Es deber del joven y la señorita que están en la edad adecuada para empezar una relación de noviazgo ejercer un control real y firme sobres sus pensamientos y sentimientos. Las tendencias que se han adquirido en un niño por la influencia de la violencia pueden ser manejadas y controladas.“La imaginación y el amor sentimental enfermizos deben evitarse como la lepra. Muchísimos jóvenes, hombres y mujeres, carecen de virtud en esta época del mundo; por lo tanto se requiere mucha cautela. Los que hayan conservado un carácter virtuoso pueden tener verdadero valor moral, aunque carezcan de otras cualidades deseables”.
Es necesario que ejerzamos sumo cuidado sobre nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos naturales, con tendencia a la violencia deben ser resistidos y desterrados de nuestra mente a fin de llegar al altar con el control de nuestras tendencias naturales a la violencia y deseo de supremacía.
Además, si no se toma la decisión de controlar las emociones, durante el matrimonio se podrían presentar los siguientes conflictos:
1. Diferentes criterios de disciplina para con los hijos.
2. Poca tolerancia a los errores del cónyuge y los hijos.
3. Realizar comparaciones.
4. Someter a la esposa y a los hijos a su propia voluntad .
5. Violencia doméstica.
Si se hace inmanejable el control de las emociones, es necesario visitar a un psicólogo para solicitar orientación y consejo. Es deseable que cuanto se haga por mejorar, se haga, de preferencia, antes de casarse.
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