25/10/2025
Saludos familias 🥰
Mucho se ha dicho sobre nosotros, los abuelos, y sobre el rol de ayuda que damos a nuestros hijos con nuestros nietos. Ciertamente, es una razón hermosa para apoyar a nuestros hijos; sin embargo, es una relación con ganancia en plural.
He conversado con varios abuelos y abuelas, y todos coincidimos en lo mismo: ¿qué tiene esta relación que, por más agotadora que sea, nos hace querer estar ahí una y otra vez?
• Los nietos nos recuerdan los días de crianza, pero ahora, con la madurez y serenidad que da el tiempo, los atendemos con más calma y paciencia. Nada importa más que verlos comer tranquilos, aprender mientras jugamos, enseñarles nuevas palabras, canciones… y bailar juntos.
• Tenemos tiempo para todo: sentarnos en el piso, armar torres y rompecabezas, jugar al escondite, ir al parque y hasta lanzarnos por las “chorreras”.
• Nos volvemos expertos en dramatizar cuentos —repasando los de nuestra infancia y aprendiendo los nuevos—.
• Damos todo por escuchar sus carcajadas, y reímos igual, olvidando el reloj, las prisas y las preocupaciones.
• Estamos atentos a los riesgos y descuidos, y volvemos a ser los padres “cantaleteros”, solo que ahora aconsejamos diferente.
• Damos consejos sin que nos los pidan (y aunque nos lo recuerden, la próxima semana lo volvemos a hacer… todo en nombre del amor de abuelos).
• En la cocina hacemos magia para que coman bien: cantamos, inventamos historias, los hacemos “chefs” y terminamos disfrutando juntos.
• Les hablamos de la fe, les enseñamos a confiar en Jesús y sembramos valores que los acompañarán siempre.
• Admiramos su mirada tierna, su bondad, su inocencia… ¡cuánto nos enseñan acerca de Dios! No juzgan, no guardan rencor; viven con esperanza y confianza plena.
Podríamos llenar muchas páginas hablando de esta relación tan mágica que nos tiene de cabeza. No es que seamos más permisivos, es que ahora somos pilares: cuidamos, acompañamos y damos estabilidad.
Por eso los nietos necesitan a sus abuelos: somos raíces, abrigo, legado y testimonio vivo de una fe que trasciende generaciones.
¡¡Enhorabuena por los abuelos y abuelas!! 💛👵👴
Un abrazo,
Ivette Seguí, MPH