28/05/2025
🌟 Cada vez que leo este tipo de mensajes, no puedo evitar emocionarme profundamente.
Hace años, este pequeño llegó a mi consultorio sin hablar, con mucha inquietud motora, sin poder permanecer sentado, lanzando objetos, con un mundo interior inmenso pero al que era difícil acceder. Si, es un niño con diagnóstico de TEA, comenzamos un camino que no fue fácil, pero que hoy miro con el corazón lleno.
Lo que ves en este mensaje es mucho más que un agradecimiento: es el reflejo de un trabajo en equipo, de una mamá incansable, de un niño con un potencial enorme y de una profesional(yo) que nunca dejó de creer, incluso en los días difíciles.
Hoy ese niño es otro. Lee, aprende rápido, no deja de hablar, sorprende a sus docentes y avanza a pasos gigantes. No es magia, es constancia, amor, acompañamiento y compromiso. Y sí, también me siento profundamente orgullosa de mí. Porque detrás de cada logro de mis pacientes hay años de estudio, de preparación, de entrega absoluta, de creer cuando otros dudan.
Gracias infinitas a esta familia por confiar, por abrirme la puerta de su mundo y permitirme ser parte. Porque sí: cuando se trabaja en equipo, siempre se puede. ❤️
Este mensaje es para todos los que están transitando un camino similar: no están solos. Y aunque a veces parezca imposible, los avances llegan. Solo hace falta creer, acompañar y caminar juntos.