27/10/2025
Muchas veces, cuando un chico con TDAH se distrae, interrumpe o parece no escuchar, los adultos interpretamos que “no le importa” o que “no se esfuerza lo suficiente”.
Pero en realidad, su cerebro está funcionando distinto.
Las zonas encargadas de mantener la atención y el control —especialmente el lóbulo frontal— trabajan con menos cantidad de dopamina y noradrenalina, dos sustancias que ayudan a sostener el interés y la motivación.
Por eso, moverse, hablar, cambiar de tarea o distraerse no es una elección consciente: es la forma que ese cerebro tiene de buscar equilibrio.
Cuando entendemos esto, cambia la manera en que acompañamos.
Dejamos de pensar en premios y castigos, y empezamos a ofrecer estructura, rutinas claras, pausas, y sobre todo, comprensión.
Acompañar a un chico con TDAH no significa exigirle que funcione como los demás, sino ayudarlo a descubrir estrategias que se adapten a cómo su mente realmente trabaja.