28/11/2016
MIRAR CON ESPERANZA,
A PESAR DEL DIVORCIO.
El divorcio puede ser una de las experiencias más dolorosas por las que puede transitar una persona y una familia. Deja marcas indelebles en todos los miembros del hogar, especialmente en el cónyuge que es víctima del abandono y de los hijos. Pero las personas y familias no pueden perecer con el divorcio. Deben salir adelante, luchar, sobreponerse y redefinir sus proyectos de vida.
En este proceso, las cosas no serán sencillas. Habrá momentos mejores, luces de esperanza, instantes de ánimo y motivación; pero, de la misma manera, se vendrán circunstancias de dolor y tristeza, recuerdos que colmarán de nostalgia los pensamientos y corazones. Es como estar en medio de un desierto de donde sabemos que hay que salir caminando a toda costa, pero que su enorme extensión y gran calor, en ocasiones, frenan abruptamente el recorrido y restan severamente las fuerzas del caminante.
Aún así, hay que continuar avanzando. Se puede salir adelante, a pesar del divorcio. El divorcio, en la mayoría de los casos, se puede evitar con decisión, voluntad, perseverancia, perdón y ayuda profesional. Pero para eso se requiere el interés de ambos cónyuges. Pero en los casos en que esto ya no es posible, y la ruptura se sobreviene, hay que continuar adelante y replantear los proyectos de vida. HUNDIRSE EN EL DOLOR Y EN EL SUFRIMIENTO, NO PUEDE SER UNA OPCIÓN PARA NADIE.
Hay que abandonar los sentimientos de culpa, las constantes frustraciones y enojos, el impulso a aferrarse a escenarios inexistentes e imposibles de recuperar, soltar los resentimientos y rencores que solo daño le producen a quien les da albergue en su corazón, y dejar de sentir autocompasión por lo acontecido.
En su lugar, hay que aceptar la realidad del divorcio, adaptarse a las nuevas circunstancias de vida y echar a andar con esperanza y re-vitalidad el nuevo proyecto de vida. EL RECOBRAR AMOR PROPIO, RESPETO Y DIGNIDAD PERSONAL, ES UN MUY BUEN COMIENZO. Hay que ver la crisis del divorcio como el final de una etapa y el comienzo de otra que, en todo caso, debe ser mejor.
Las personas que han transitado por un doloroso divorcio, saben que no trae ningún beneficio seguir releyendo las páginas de una historia que caducó. Hay que darle vuelta a la página y comenzar a escribir la nueva historia. Concentrarse en los hijos (en caso que fuera pequeño) y en sí mismo, y recobrar la ilusión en el porvenir.
Los ajustes y cambios pueden tomar tiempo, dejar atrás los vínculos de un matrimonio que terminó le puede resultar difícil a la mayoría de las personas. Pero hay que esforzarse por desarrollar un vínculo armonioso y saludable con el ex cónyuge, con el propósito de sentirse en mejores condiciones y sin ataduras emocionales para emprender el nuevo recorrido.
Una vez logrado esto, hay que poner la mirada en los renovados propósitos, redefinir objetivos, sanar heridas y recobrar la ilusión.
FUENTE: www.enfoquealafamilia.com/mirar-con-esperanza-a-pesar-del-divorcio