consolidó al poco tiempo de existir, una sólida reputación médica en el área de los estudios complementarios de análisis clínicos. Es también durante estos primeros años cuando acuñó la filosofía del servicio a brindar: excelencia científica y aceptación del paciente como un individuo, que toda vez que se acerca a cualquier nivel de la medicina, lo hace con preocupaciones e inquietudes. Este concepto sintetiza una idea de calidad total fundada en el control de los procesos y en una corriente de solidaridad orientada hacia el paciente y hacia el médico. Al promediar 1995, el laboratorio aprovechó la apertura de la importación para dar un gran salto cualitativo en el plano científico-tecnológico. De este modo responde a las nuevas exigencias que nacen del desarrollo de especialidades médicas tales como: Neuroquímica, Endocrinología, Hematología, Inmunología. Los procesos son cada vez más seguros y se implementan los códigos de barras, que aplicados a los tubos de extracciones en presencia de los pacientes, garantizan la identidad de cada muestra. En este nuevo contexto la tecnología no sólo asegura la precisión de los datos, también facilita a los profesionales del laboratorio la posibilidad de dialogar con los médicos acerca de casos puntuales. Este y otros avances extraordinarios en la ciencia médica implicaron en muchos casos un alto grado de despersonalización en la atención del paciente, pero Biodiagnóstica supo integrarlos sin alejarse de sus principios fundacionales: acortar las distancias entre el médico, el laboratorio y el paciente, ofreciendo un servicio cada vez más personalizado y hecho a la medida de sus necesidades. En el año 1999 desarrolló un nuevo concepto de servicio: la estructura del laboratorio se acerca al paciente. Uno de los principales objetivos de la empresa es mantener una fluida relación con médicos y bioquímicos de los hospitales y clínicas de la zona.