09/03/2023
además de esos alimentos, contiene considerables cantidades de venenos, siendo uno de ellos el
más virulento que conoce la ciencia. El tabaco, por lo tanto, no es un alimento.
Los productos alimenticios, tal como los recogemos del huerto, del vergel o de la tienda, están
compuestos de agua y de ciertos elementos orgánicos llamados proteínas, carbohidratos
(azúcares, almidones, pentosas, etc.), grasas (aceites), sales minerales y vitaminas. Contienen
generalmente una cantidad variable de residuos no digeribles.
Estos productos constituyen la base de la nutrición. Puesto que sus propiedades y valor varían
bastante, los clasifico aquí, por comodidad, según su composición y procedencia. Esta clasificación
es suficiente para orientar al lector en la práctica de las combinaciones.
Proteínas: Los alimentos proteicos son los que contienen un alto porcentaje de proteínas en su
composición. Los más importantes son los siguientes: Frutos oleaginosos (nueces, almendras,
avellanas, etc.), todos los cereales, judías secas, garbanzos, granos de soja, cacahuetes, quesos,
aceitunas, leche (tiene bajo contenido proteico), todo tipo de carne y de pescado (excepto la
grasa).
Carbohidratos: Son los azúcares y los almidones. Los hemos separado en tres grupos distintos:
1º) Almidones: Todos los cereales, habas y judías secas (excepto los granos de soja), garbanzos
y en general todo tipo de leguminosas secas, patatas (de todas clases), cacahuetes, boniatos,
plátanos, calabazas, aguaturmas, castañas.
Con menos cantidad de almidón: coliflores, remolachas, salsifís y escorzoneras.
2º) Azúcares y jarabes: Azúcar moreno y blanco, jarabe de Caña, jarabe de azúcar de caña,
sirope de arce, miel de abeja, azúcar de la leche (lactosa).
3º) Frutas dulces: Dátiles, higos, plátanos, uvas pasas, uva moscatel, ciruelas secas, peras
secadas al sol, palosantos o caquis.
Grasas: Abarca todas las grasas y aceites: Manteca, mantequilla, nata, margarina, aceite de
nueces, aceite de girasol, aceite de sésamo, aceite de almendras, aceite de maíz, aceite de oliva,
aceite de soja, aguacates, pacanas, carnes grasas y embutidos.
Frutas acidas: Casi todos los ácidos que ingerimos son frutas acidas: Naranjas, granadas,
manzanas acidas, ciruelas acidas, uvas acidas, melocotones ácidos, todo tipo de grosellas,
pomelos, tomates, fresas, frambuesas, piñas, limones.
Frutas semiácidas: Higos frescos, papayas, chirimoyas, peras, manzanas dulces, albaricoques,
cerezas dulces, ciruelas dulces, mangos.
Hortalizas sin almidón y verduras: Lechugas, achicorias, brécoles, dientes de león, mostazas,
acederas, berros, apios, coles, coles de Bruselas, nabos de remolacha (frescos), granos tiernos de
maíz, perejil, puerros, espárragos, escarolas y endivias, espinacas, nabos (frescos), pepinos,
ruibarbos, ajos, pimientos dulces, cebollas, coles rizadas, cebolletas, judías verdes, rábanos.
Melones: Todo tipo de melones y sandia