26/04/2021
El entrenamiento funcional busca trabajar los músculos a través de la imitación de la cotidianidad, es decir, que los ejercicios que se desarrollen repitan parámetros similares a los de determinados movimientos cotidianos, como caminar, saltar, subir escaleras, levantar cargas, arrastrar, etc.
Sus beneficios:
1. Resultados rápidos.
Aunque cada uno tiene un metabolismo distinto, los resultados de este entrenamiento pueden observarse en un promedio de 3 a 6 meses.
2. Manejar y desarrollar tus cualidades físicas.
Uno suele perder ciertas habilidades físicas de cuando era niño y con esta práctica se pueden recuperar. Igualmente, la agilidad puede regresar en cierta medida entre las personas de la tercera edad.
3. Reduce los kilos de más.
Al entrenar movimientos, tienes un mayor gasto calórico, lo que favorece a la disminución de grasa y la aceleración del metabolismo.
4. Mejora nuestra postura y estabilidad.
Al utilizar ejercicios de rotación en la zona media (oblicuos, abdomen, suelo pélvico y diafragma), brinda mejor postura corporal y flexibilidad.
5. Un complemento para otras disciplinas. Al fortalecerse partes del cuerpo, mejorará tu desempeño en otras actividades deportivas, como tenis, fútbol, basquet y otros.
6. Mejora la fuerza del núcleo. El entrenamiento funcional repercute directamente en la activación de nuestra fuerza central. Este gesto sirve para estabilizar la columna vertebral contra la fuerza externa.
7. Ahorra tiempo en casa. Si bien es recomendable ser asesorado por un entrenador para evitar lesiones, también es posible seguir una rutina en casa de unos cinco ejercicios base, que pueden ser planchas, sentadillas, cuerdas y otros. Para ello, se cuentan con aplicativos móviles.
8. Evitas lesiones. Una vez que domines este tipo de entrenamiento físico, entonces, los movimientos en nuestra vida diaria mejorarán, evitando contracturas, dolores musculares y articulares.
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