06/12/2025
Medio siglo de ALPES Refrigeración!
En el año 1975, un joven y decidido técnico llamado Ramón Pereira Guzmán, con apenas 25 años de edad, abrió las puertas de su modesto taller, al que bautizó con el nombre de ALPES. Este nombre evoca la majestuosidad y la solidez de la gran cordillera ubicada en Europa, símbolo de fortaleza, altura y aspiración a la excelencia, valores que él quiso imprimir en su empresa. Desde sus inicios, lo movió un espíritu inquieto y un permanente deseo de superación, el cual lo impulsó a especializarse de forma constante en el exigente campo de la refrigeración. Esta vocación no fue casual; había echado raíces mucho tiempo atrás, en la tierna infancia. Una tarde, tras observar fascinado el trabajo meticuloso de un grupo de técnicos que había llegado a la ciudad que la adoptó, Concepción, en grandes camiones, aquella imagen se le quedó grabada. Esa misma noche, soñó que él mismo reparaba una heladera. Al despertar, lo hizo con lágrimas en los ojos, abrumado por la intensidad de una visión que, en ese momento, le parecía un anhelo inalcanzable. Sin saberlo, ese sueño no era una simple quimera, sino una premonición clara de su propio futuro profesional.
Con tenacidad y dedicación, aquel pequeño taller, que inició sus actividades en locales alquilados, fue creciendo paso a paso. Entre diciembre del año 1975 y enero de 1976 adquirió sus primeras herramientas. Con el tiempo, y fruto de un trabajo incansable, Don Ramón pudo establecer su propio local. Se instaló en un punto estratégico de la ciudad, sobre la calle Gral. Díaz, entre Mariscal Estigarribia y Presidente Franco. El lugar, en la manzana del Club Concepción y a solo media cuadra de la emblemática plaza de la Libertad, se encuentra en el mismo corazón del microcentro de Concepción. Fue allí donde, con visión y esfuerzo, se construyó y equipó el taller más moderno y completo de todo el norte paraguayo, una verdadera referencia en el sector.
Don Ramón no solo impulsó desde ALPES Refrigeración el servicio de reparaciones sino que también apostó a la fabricación de equipos de refrigeración como máquinas fabricadoras de hielos y helados, bebederos de agua fría permanente y otros en los quedó su marca de creatividad y dedicación, que en la actualidad se ha amplificado notablemente con el trabajo de fabricación que se realiza de manera permanente en su taller.
Hoy, aquel legado de excelencia y servicio continúa vivo. El taller funciona actualmente bajo la experta dirección de su hijo, Eusebio Ramón Pereira Cardozo, a quien Don Ramón, en un gesto de confianza y continuidad, transfirió en vida la responsabilidad de la empresa. ALPES Refrigeración sigue ampliándose y adaptándose a los nuevos tiempos con esta nueva generación al frente. Eusebio no solo administra la empresa, sino que honra y sigue los pasos de su padre, quien supo labrarse un nombre como uno de los técnicos más destacados y respetados en el campo de la refrigeración, Ramón Pereira Guzmán, cuyo sueño de niño se convirtió en un legado perdurable.
En la mañana del 17 de noviembre del año 2015, sentado frente a su taller, Don Ramón partió a la eternidad. Desde su silla contempló el sueño que en principio parecía imposible e imaginó antes de morir el futuro de grandeza que le esperaba a ALPES Refrigeración en los próximos años. Don Ramón sigue vivo en el legado de su gran proyecto de vida. ALPES Refrigeración avanza cada día por un sendero iluminado por la sabiduría de aquel hombre que murió para volverse eterno.