08/07/2025
¿Qué quieres ser cuando seas grande?
Esa es la pregunta que hacemos constantemente a los niños, sin darnos cuenta de lo poderosa y a veces, limitante que puede llegar a ser. Desde ahí comienza una narrativa peligrosa: que somos lo que hacemos.
Pero la verdad es que ya somos.
No “seremos” cuando tengamos un título.
No “seremos” cuando tengamos un trabajo.
Ya somos alguien valioso ahora.
Yo no soy psicóloga.
Me desempeño como psicóloga, pero soy madre, soy hija, soy amiga, soy esposa, soy cristiana, soy imperfecta, soy compasiva. Soy muchas cosas más que un rol profesional.
¿Y si comenzamos a cambiar la pregunta?
En lugar de ¿qué quieres ser cuando seas grande?,
podríamos preguntar:
¿Qué te gustaría estudiar? ¿En qué te gustaría trabajar? ¿Cómo te gustaría vivir tu vida?
Y entonces, a la pregunta ¿qué quieres ser?, podríamos empezar a escuchar respuestas como:
Quiero ser una buena persona. Quiero ser valiente. Quiero ser generosa. Quiero ser libre.
Porque cuando confundimos identidad con ocupación, el día que perdemos el trabajo sentimos que perdemos el valor y no es así.
Tu valor no se pierde con un puesto. Tu esencia no se borra con una renuncia.
Si alguna vez sentiste que te desarmaste cuando perdiste tu empleo, es porque alguien, en algún momento, te hizo creer que “ser alguien” dependía de un cargo o una firma, pero puedes reconstruirte desde una verdad más profunda:
Tú no eres lo que haces. Eres lo que eres, aun cuando no estés haciendo nada.
Dra. Fermina L. Román – Psicóloga