11/29/2025
LA ASISTENTE DEL DIABLO
SEÑORA DAWSON
Un año después
—No me puedes hacer esto Steve, no sé nada sobre ese socio nuevo, tú has sido el encargado de ver todo lo de la nueva
colección con él.
—Por favor, mi amor, te dejé una carpeta en tu escritorio con toda la información, sé que fue muy abrupto, pero el abuelo falleció hace unas horas. —Escucho del otro lado la voz
de Steve, quien suena bastante afectado por lo de su abuelo.
-¡Oh! Lo siento no lo sabia, en verdad lo siento mucho, le tenía un gran aprecio a tu abuelo, aunque no lo conoci lo suficiente sé que era un buen hombre. —Me disculpo.
—Lo sé cariño, te amo, por favor atiende todo en lo queregreso.
—¿Está tu madre contigo?
-Inquiero al escucharlo tan cariñoso conmigo.
—Sí amor, cuidate y recuerda que te amo. —Sonrio y muevo la cabeza al escuchar sus empalagosas palabras.
—Tú también cuidate, te quiero. —Me despido y en cuanto termino mi llamada, Eleonor toca a mi puerta.
—Señora Dawson, ya está aqui el nuevo socio, le acabo de comentar que su esposo tuvo que viajar por una emergencia por lo que usted lo atenderá.
-Gracias Eleonor, hazlo pasar. —Me levanto de mi asiento y cuando miro a la persona que entra por esa puerta, la sonrisa que mantenia en mi cara se transforma en una mueca de
desagrado, lo cual no pasa desapercibido para ese nuevo socio, quien me mira con sorpresa.
—Ella es la señora Dawson y él es el señor Romanov. -Nos
presenta Eleonor, quien no se ha dado cuenta de cómo el ambiente amigable se ha transformado en uno bastante tenso.
-Puedes dejarnos a solas Eleonor, en caso de necesitar algo te lo haré saber. —Esta se despide dejando un incómodo silencio entre ambos.
- Sientese señor Romanoy, como mi asistente le informo mi esposo tuvo que viajar de emergencia, por lo que yo lo atendere en cuanto a la nueva sociedad que formo con mi
esposo. —Se sienta frente a mi y me mira ¿dolido?, pero al mismo tiempo con un poco de rencor.
-Vaya Yildiz, que rápido dejaste de amarme, tiene escaso un año que te entregabas a . . .
-En un año pueden suceder muchas cosas señor Romanov, como puede darse cuenta ahora estoy felizmente Casada con un hombre que me ama de verdad. y por favor
quiero pedirle que el pasado se quede donde debe de estar, en el pasado: ahora lo que nos unge es comenzar con la publicidad
de nuestra pequeña sociedad. -Le comento en cuanto leo rápidamente el pequeño informe que me dejo Steve, a quien en
este momento deseo ahorcar c o n todas m i s fuerzas.
-Como guste señora Dawson. -Responde con un tono bastante agrio
-Según lo que estoy leyendo desean agregar en nuestros bolsos una pequeña joya suya llamada "Lágrimas del alma".
-Levanto una ceja ante este nombre, dado que no creo que este diablo que s e encuentra frente a mi pueda alguna vez llorar
por alguien que no sea por él mismo—. ¿A qué se debe ese nombre?
-Como se lo explique a tu marido, es gracias a una mujer que me rompio el corazón cuando me abandono. -Asiento
ante sus palabras y continuo leyendo todo lo que Steve me dejo, intentando contener las lágrimas, al darme cuenta de soy
una completa id**ta por seguir enamorada de este hombre, que solo tiene ojos para su esposa, a la cual no le importo
abandonarlo y dejarlo con una niña pequeña, esta tan enamorado de esa mujer como para hacer una colección de joyas especialmente para ella, pero supongo que ahora debe de
estar viviendo felizmente con Alisa, por lo que es comprensible que haya hecho esto por ella.
-Como comprenderá estas joyas únicamente se pueden agregar a la linea Deluxe, no cualquiera tiene acceso a comprar nuestros bolsos y si además le agregamos sus joyas, esto aumentará considerablemente su valor.
—Lo entiendo, es algo que ya había hablado con tu esposo, pero como le informe hay unas cuantas piezas que serán únicas,
esas me gustaría que estuviesen solamente en la linea Deluxe, mientras que a otros bolsos quisiera agregar otras joyas que son de la misma linea, pero por obvias razones no son tan exclusivas.
—Medito sus palabras un instante, este me tiende un carpeta con algunas de las joyas las cuales puedo decir que son sumamente hermosas, cuando la tomo nuestros dedos se rozan por unos segundos lo cual provoca un escalofrío en todo mi cuerpo al recordar como hace algunos meses sus manos recorrían mi cuerpo desn**o, cuando creía que él me amaba.
—A decir verdad, son muy hermosas esas joyas, ahora comprendo porque Steve lo busco señor Romanov. —Sigo observando los diseños, mientras mi mirada se detiene en las
que deben de ser las piezas exclusivas a las cuales se refiere—.
Supongo que estas piezas de zafiro son las exclusivas o ¿me equivoco?
-Justamente esas son las piezas principales, en el lanzamiento deben de ser las que más resalten.
-En ese caso, si ya lo había pactado con mi marido, solo nos queda firmar los documentos para hacer oficial está pequeña sociedad. —Le tiendo los documentos que ya antes
Steve le había proporcionado y procedemos a firmarlos—. En los próximos días nos reuniremos con los diseñadores para ver
de qué forma pueden agregarlos a nuestros bolsos.
-Claro Yildiz. -Cuando pronuncia mi nombre, recuerdo todas las veces que murmuraba mi nombre una y otra vez en las cuatro paredes de mi habitación, que por un instante me olvido de todo, hasta que su pregunta me saca de mi ensimismamiento-, Puedo preguntarte algo.
Lo miro algunos segundos hasta que logró entender lo que me dice.
-Claro, adelante.
-¿Alguna vez me amaste Vildiz?
—Lo mismo me gustaria preguntarle señor Romanov, pero la verdad es algo que ya no vale la pena recordar, le pediré a mi
asistente que se ponga de acuerdo con usted para una próxima reunión, tal vez para ese entonces sea mi esposo quien lo atienda y no tengamos que volver a vernos. -Contesto con
frialdad.
—No necesito más respuestas, con eso me has dejado todo en claro. —Se da la vuelta y cuando sale me lanza una mirada
fúrica, en la cual puedo reconocer al antiguo diablo que conoci ya hace algún tiempo.
Una vez que se va comienzo a llorar, ya que durante toda la reunión recordaba una y otra vez como este infeliz fue capaz de botarme a través de una carta y todavia se atrevió a
preguntarme si alguna vez lo amé, no entiendo que ganaba al saber esto, si el se encuentra feliz en los brazos de su esposa,
limpio mis ojos y me comunico con Steve.
—¡Hola Yildiz! ¿Qué sucede?
—Ya hablé con tu nuevo socio, hemos firmado el contrato, por lo que en los siguientes dias nos reuniremos con los diseñadores de ambos, para ver la forma en que podemos
agregar las joyas a nuestros bolsos.
—Me parece perfecto, ¿te encuentras bien? Te escucho un p o c o rara.
-Si, estoy perfectamente. ¿Cuándo volverás?
—Tardaré más de lo planeado, al parecer mi tio se ha enterado de la muerte de mi abuelo y pretende viajar para saber el contenido del testamento, creo que piensa pelear por la
herencia.
—Espero que regreses pronto y que las cosas no se compliquen, te extraño mucho.
—Yo también te extraño Yildiz. —Nos despedimos y presiento que mis días tranquilos han llegado a su fin ahora que
me he vuelto a reencontrar con el diablo.
LAGRIMAS DEL ALMA
Las siguientes semanas han sido realmente duras al tener que estar en compañia de Leonid más de lo que me gustaria,
pero dado que Steve tuvo que alargar su estadia en Escocia no puedo culparlo y debo hacerme cargo de todos los pendientes.
—¡Hola Yildiz!, ¿Cómo han marchado las cosas en la empresa?
—¡Hola Stevel, van bastante bien, por el momento ya casi todo está listo para la nueva colección, ¿estás seguro de que
podrás estar aqui para el lanzamiento?
—Claro que ahi estaré, no me lo perderia por nada del mundo, además de que es casi seguro que mi primo este en
Canada para verificar que todo salga bien, sabes que desea verme fracasar para hacerse con la empresa.
—¿Cómo ha ido todo el asunto de la herencia?
-Bien cariño, como sabes era imposible que mi abuelo les dejase algo a ellos, sabes que el abuelo de Nikolay, era hermano
de mi abuelo y por lo mismo no tienen derecho a nada de lo que me pertenece, pero bueno mi madre te manda saludos.
Nos vemos en los siguientes días, te amo.
—Yo también Steve, cuidate y saluda a tu madre de mi parte. -Nos despedimos y me siento más tranquila al saber que
dentro de poco tendré a Steve a mi lado.
Igual que hace ya varios meses, llego hasta la casa que comparto con Steve, subo hasta mi habitación y me dejo caer en esta enorme cama, recuerdo cuando llegue hace poco más
de un año a trabajar como asistente con el abuelo de Steve, mi corazón estaba hecho trizas y con el paso del tiempo Steve me
ayudo a recoger los pedazos que quedaron de esa desilusión, y cuando al fin pensé que todo estaria mejor me vuelvo a encontrar con el diablo, ese hombre que con solo unas cuantas
palabras logró derrumbar mi mundo, sacudo mi cabeza e intento reprimir las lágrimas que como todas las noche vienen a mis ojos desde que volvió mi pasado.
Leonid
Subo hasta mi auto y golpeo el volante como una forma de desquitar todo este dolor, odio y coraje que siento, por fin
después de todo un año vuelvo a ver a Yildiz quién parece sumamente feliz con su nueva vida y además de todo casada, lo cual me duele en el alma al ver que ha olvidado por completo el amor que sentia por mi.
Por un momento pensé que nunca más la volveria a encontrar, sin embargo, tal parece que el destino parece burlarse de mi una y otra vez. En uno de esos días en que tenemos que estar juntos para verificar que todo salga como lo deseamos, esta recibe una llamada de su esposo y la forma tan
cariñosa con que se dirige a él es como un golpe bajo, en cuanto termina su melosa llamada me acerco hasta ella para saber un
poco más sobre su matrimonio,
-¿Tienes mucho de casada? —Pregunto conteniendo mis celos.
-¡Eh! Ya hace unos cuantos meses.
—¿Cómo conociste a tu marido?
Lanza un breve suspiro y se gira para mirarme, dado que estamos en uno de los talleres su vista permanecia fija en el trabajo del diseñador.
—¿Por qué quiere saber señor Romanov?
-Solo es curiosidad, pero si no quieres responder lo entenderé. -Comento mientras salimos del taller, para subir
hasta su oficina y ver los planos del lugar donde se llevará a cabo el lanzamiento.
—Lo conoci aqui justamente, en esta oficina que perteneció a su abuelo, yo era la asistente del señor Dawson.
—Me indica con una mano que tomé asiento en el sillón de piel que se encuentra en uno de los extremos de su enorme oficina.
—Veo que tienes debilidad por los jefes. -Respondo con toda la alevosia de herirla, se gira y levanta su mano que se estampa contra mi cara dejando a su paso un fuerte escozor.
—No tienes derecho a juzgarme, de entre todas las personas tú eres él menos indicado, ahora hazme el favor y lárgate de mi oficina.
—Me iré, pero de todas formas seguiremos viéndonos hasta que el lanzamiento concluya. —La amenazo y salgo de su
oficina, recordando la mirada de odio profundo que me lanzo
en cuanto solté esas palabras.
Llego hasta el hotel donde me estoy hospedando y decido
llamar a Dasha, para contarle todo lo que ha sucedido en estas semanas.
-¡Hola Leonid!, ¿Cuándo piensas volver?
—¡Hola Dasha!, necesito que viajen a Canadá, en dos semanas, te quiero aqui para cuando sea el lanzamiento de esas joyas.
—Pero ¿Qué sucederá con mi trabajo aquí en Nueva York?
No puedo irme y dejarlo si tú también estarás ausente, sabes que después de lo que sucedió hace....
-Solo serán unos cuantos dias, no tienes por qué preocuparte, ya sabes en que hotel me estoy hospedando por lo que quiero que también te quedes aqui. Hace semanas
encontré a Yildiz.
—Claro eso... Espera ¿encontraste a Yildiz? pero ¿Cómo?
¿Qué hace ella en Canadá?
-Está casada con Steve Dawson, imaginate mi sorpresa al enterarme que ella era la dichosa esposa de Steve de la que todos hablaban.
—Vaya Leonid, no sé qué decir, me has dejado sin palabras.
—Lo sé estoy igual, además de que hace un rato tuvimos un pequeño enfrentamiento, tal parece que le encanta enredarse con sus jefes.
-Leonid no crees que tal vez hay alguna...
—Basta Dasha, todo quedo claro desde hace un año, solo prepárate y las quiero aqui para esa fecha. —La interrumpo ya
que no deseo volver a hablar sobre lo que sucedió un año atrás.
Después de algunas semanas, por fin nos preparamos para el lanzamiento en conjunto de los bolsos Dawson & Huston y las.
joyas Romanov Jewels, un día antes del evento llego Steve quién en todo momento se la pasa abrazando y besando a Yildiz
en cada oportunidad que se le presenta.
Bajo hasta la recepción del Hotel Ritz-Carlton Montreal, y me quedo impresionado al ver tantos medios cubriendo el evento, al parecer Vildiz es cada vez mejor en su trabajo, me
encamino al salón donde se llevará a cabo todo y me quedo estático en mi lugar al ver a Yildiz con un hermoso vestido en
color lapislázuli colgada del brazo de su esposo, sonriendo con todos los que habla, sin embargo, en cuanto me acerco su
mirada se ensombrece.
—Debo retirarme un momento cariño, debo supervisar que todo marche correctamente. —Se despide de su esposo quien le
da un pequeño beso en la mejilla y la deja perderse entre la gente.
-¡Buenas noches, señor Dawson! -Saludo mientras le tiendo la mano.
-¡Buenas noches, señor Romanov!, no lo vi, sino le hubiese dicho a mi esposa que se quedará para platicar con usted.
—No se preocupe no hace falta, solo podría comentarle algo y espero no me lo tome a mal. —Este asiente y su sonrisa
flaquea un poco—. Creo que su esposa seria la modelo perfecta para lucir uno de los juegos exclusivos de nuestras joyas.
—No creo que a ella le parezca adecuado.
-Permitame un momento por favor. —Le pido a uno de los encargados de seguridad de las tantas joyas que serán exhibidas, que traiga el set que está custodiado por al menos 4
guaruras para poder mostrárselo al señor Dawson, cuando llegan con el en un pequeño maletin, lo abro para sacar una pequeña caja de terciopelo negro-. ¡Es este set! —Abro el
pequeño broche y dejo a la vista un hermoso collar de diamantes con un zafiro en el centro en forma de lágrima, adornado con otros pequeños diamantes y unos aretes a juego.
Cuando este los observa se queda impresionado por su belleza, aunque los vio por foto no se compara con tenerlos en
fisico.
—¿Qué le parece señor Dawson? Como puede ver estas joyas son las "Lágrimas del alma" las cuales están inspiradas en esa mujer que me rompio el corazón.
-Creo que son maravillosas, la verdad es que, si tiene razón, se verian estupendas en mi esposa. —Sonrio ante sus
palabras y le acerco el pequeño estuche……….
Continuará………
Giss Vargas ✍️
Elefante Rosa En La Luna 🌙