11/17/2025
Todos compartimos este planeta, aprendiendo y enseñando de muchas maneras diferentes.
Todos estamos en el mismo barco. Simplemente tenemos remos distintos y, quizás, navegamos por ríos diferentes. Todos habitamos cuerpos humanos. Estos son los vehículos que nos permiten movernos por el mundo. Todos estamos hechos de carne, sangre y hueso, con cerebro, corazón y pulmones que nos dan energía. Nuestros remos —las herramientas que usamos para movernos por el mundo— varían, al igual que los entornos en los que nos encontramos.
Algunos usamos nuestro alto coeficiente intelectual para alcanzar nuestras metas. Otros, nuestra sonrisa; otros, la bondad, el don de la palabra o la habilidad atlética. Algunas de estas cualidades son innatas, y otras son habilidades que hemos aprendido. Reflexionar sobre esto puede ser muy esclarecedor. ¿Qué herramientas utilizas para ir del punto A al punto B en tu vida? Lo más probable es que tú y las personas que conoces hayan utilizado diversas herramientas, en distintas combinaciones, a lo largo de su vida para llegar a donde necesitaban ir. Al igual que con los remos, lo mejor es un enfoque equilibrado. Si dependes demasiado de una sola cosa, como la belleza, para abrirte camino, no lograrás ser una persona integral y podrías perder el equilibrio. Y si pierdes esa cualidad, te quedas sin remo. Esto nos inspira a desarrollar diversas herramientas para navegar por el mundo.
Algunos transitamos por senderos como ríos caudalosos; otros, por un gran lago tranquilo. Todos nos hemos sentido, alguna vez, zarandeados por un océano tormentoso. A pesar de todo, nunca estamos solos, aunque lo parezca. La inspiración nos rodea: otras personas que también se abren camino en el mundo, en la misma situación. Recuerda buscar a tu alrededor modelos a seguir, compañía y aliento.