31/10/2025
En las antiguas festividades celtas de Samhain se celebraba el final de la cosecha, es decir del verano, y el inicio del “año oscuro” (invierno) y se creía que el velo entre el mundo de los vivos y los mu***os se volvía más delgado en esta época. Creían que durante estas noches, los espíritus podían cruzar al mundo de los vivos, pero no lo veían como algo temible, sino como un momento sagrado de encuentro con sus ancestros.
🔥Encendían grandes hogueras que simbolizaban protección, purificación y guía para las almas que regresaban
🥖Dejaban ofrendas de comida y bebida fuera de sus casas para honrar y alimentar a los espíritus. Esta costumbre evolucionó con el tiempo hasta transformarse dulce o truco de Halloween
🎭 Usaban disfraces y máscaras, se vestían con trajes oscuros para confundirse con los espíritus errantes y protegerse de aquellos que pudieran traer mala fortuna. Esta práctica dio origen a los disfraces de Halloween
Con el paso del tiempo, esas tradiciones se transformaron, pero su espíritu sigue siendo el mismo:
compartir, recordar y agradecer.
Halloween conservó ese espíritu ancestral: encender luces, disfrazarse y compartir dulces era una forma simbólica de honrar y protegerse de las almas que regresaban a visitar
La tradición cristiana transformó ese vínculo con la memoria en el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de los Difuntos (2 de noviembre), dedicados a recordar y agradecer a quienes partieron
Aunque cambiaron los nombres y significados, la esencia se mantuvo, en todas ellas, late una verdad compartida:
honrar a quienes nos precedieron, agradecer la vida recibida y celebrar la continuidad entre el pasado, el presente y el futuro
💫 recordar a quienes amamos es una forma de mantenerlos presentes, de honrar el pasado celebrando el presente✨