02/12/2025
La sangre no te hace familia... es la lealtad, consideración y empatía lo que sí te convierte en un vínculo valioso de conservar.
En estas fiestas basadas en el marketing del amor, perdón y "tolerancia", se tiende a pasar por alto elementos de la convivencia que definitivamente no son negociables:
1.- Comentarios imprudentes y expresados en el hogar propio o ajeno.
2.- Visitas improvisadas sin traer ningún tipo de contribución.
3.- Visitas inesperadas sin ánimos de colaboración (limpieza), posterior a la atención que se les brindó.
4.- Comprometer los recursos de los demás sin considerar la disponibilidad de su presupuesto y/o que no forman parte de sus preferencias.
5.- Presentarse con invitados adicionales (sin previo aviso).
6.- Justificar el comportamiento soez por encontrarse en estado de ebriedad.
7.- Justificar la conducta expansiva de los infantes (romper cosas, entrar a espacios no autorizados, gritar, ensuciar), porque "son niños".
8.- La inasertividad para expresar que no asistirán al evento (no avisan y muestran evidencia que hicieron otros planes).
Cuando eres invitado a una celebración es porque eres considerado "digno" de entrar a la intimidad de una familia.
Y ser familia no es abusar del vínculo... es honrarlo a través del respeto hacia las normas que rigen en esa casa, en donde te abrieron las puertas para compartir de una forma amena y saludable.
Celebrar no es alterar el orden familiar, es intercambiar la alegría de estar todos juntos, con salud y reconociendo los logros que cada quien pudo superar durante el año.
Ser considerado y empático es lo que te hace ser familia...
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🪻Lic. Verónica Salas
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