17/03/2022
La apnea obstructiva del sueño (AOS) se asocia con una mayor incidencia de eventos cerebrovasculares y coronarios. Sin embargo, parece que estas relaciones son menos claras en la tercera edad. Por otro lado, la presión positiva continua en la vía aerea (CPAP), el tratamiento de elección para los pacientes con AOS grave y sintomática, parece ser más eficaz en la prevención de eventos cerebrovasculares que coronarios.
Cada vez hay más evidencia de que la hipoxia intermitente de bajo grado (una característica de la AOS) se asocia con niveles aumentados de factor 1 inducible por hipoxia (HIF-1) y factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) que a su vez conduce a neovascularización en el árbol coronario (hipótesis de hipoxia de preacondicionamiento). Sin embargo, se sabe poco sobre el efecto de la hipoxia intermitente en la formación de nuevos vasos en la vasculatura cerebral. Además, el efecto de la hipoxia intermitente en los vasos coronarios y cerebrales podría cambiar con la edad. Por otro lado, ensayos clínicos aleatorizados recientes han demostrado que la CPAP puede no ser eficaz para prevenir eventos cardiovasculares en el contexto de la prevención secundaria. Sin embargo, un análisis más detallado de los resultados y los metanálisis posteriores muestran que este tratamiento ejerce un efecto protector en la enfermedad cerebrovascular pero no en las enfermedades cardiovasculares, especialmente en pacientes de edad avanzada.
Aunque la AOS está claramente relacionada con un mayor riesgo cardiovascular, esto parece menos obvio en el adulto mayor y en los vasos coronarios. Como consecuencia, el efecto de la CPAP en este grupo etario con enfermedad coronaria sigue siendo controvertido.
Fuente: Martínez-García, M.Á., Oscullo, G., Garcia-Ortega, A. et al. OSA and Ischemic Heart Disease in the Elderly. Curr Sleep Medicine Rep 7, 105–111 (2021). https://doi.org/10.1007/s40675-021-00208-z