21/11/2025
TU FORMA DE DESPEDIRTE DE LAS PERSONAS AFECTA TU CAMPO ENERGÉTICO
No es solo un “adiós”.
No es un gesto automático.
La forma en que te despides…
deja una huella energética en tu campo.
Porque cada despedida no es un cierre frío.
Es una transacción emocional.
Un intercambio invisible que puede cargar o descargar tu alma.
¿Te vas con prisa, sin mirar a los ojos?
¿Dices “Nos hablamos” sabiendo que no será así?
¿Abrazas sin presencia, mientras piensas en otra cosa?
Cada uno de esos actos…
rompe la conexión.
Y fragmenta tu energía.
Te deja disperso.
Ligero, pero vacío.
Pero hay otra forma:
Despedirte como si fuera un ritual sagrado.
Con mirada.
Con intención.
Con gratitud.
Porque cuando dices “adiós” desde el corazón,
no estás terminando.
Estás bendiciendo.
Y al hacerlo, cierras ciclos limpios.
Sin deudas energéticas.
Sin nudos invisibles.
Empieza hoy.
No necesitas cambiar tu rutina.
Solo cambiar tu presencia.
La próxima vez que digas adiós:
➡️ Mira a los ojos.
➡️ Pon una mano sobre tu corazón, aunque sea disimulado.
➡️ Di con certeza:
“Gracias por este momento.”
➡️ Si abrazas, hazlo 3 segundos más de lo normal.
Siente el contacto.
No lo uses para huir.
Ese pequeño acto…
no solo honra al otro.
Te reintegra a ti.
Porque cada despedida consciente:
✅ Cierra un ciclo con paz.
✅ Libera energía atrapada.
✅ Fortalece tu campo magnético.
✅ Atrae relaciones auténticas.
Y cuando ya no dejas hilos sueltos…
el universo no te trae más nudos.
Te trae flujo.
Claridad.
Relaciones que alimentan.
Observa a quienes irradian paz:
No acumulan encuentros vacíos.
Cada adiós es un punto final claro.
Y por eso, cada nuevo comienzo llega ligero.
Tú también puedes vivir así.
Basta con decidir que nada humano es trivial.
Si sientes que algunas personas te agotan incluso después de irse, envíales luz y bendiciones, lava tus manos y sacudelas de esa manera liberas la energía, cierra encuentros con poder, sin carga y convierte cada despedida en un acto de sanación energética.